Esto si que ha sido una experiencia. Ahora creo que he venido aquí sólo para esto. Para conocer Radio La Colifata. Para el que no esté al tanto es un proyecto que nació hace 19 años en el Hospital Borda como terapia. El Borda es un hospital psiquiátrico. Los internos y ex internos hacen todos los sábados una emisión de cerca de cinco horas.
Es otro mundo, es el mundo. El Borda es un hospital deprimente, los pabellones están deteriorados, desconchados, oxidados, rotos, las calles sucias... en medio de uno de los patios hay una pequeña caseta pintada de colores, el la radio. Una estancia totalmente vacía en la que las sillas de plástico se colocan en círculo. Sólo un carro en el que están los portátiles y los aparatos para la emisión. Una gran pizarra de unos dos metros por uno, en vertical, con la lista de los programas para el día, unos veinte. Cuando entré me hicieron presentarme, soy Ángeles, soy de Valencia. Alfredo, el psicólogo que inició el proyecto y que sigue al frente ocupándose de la emisión puso Libre de Nino Bravo y todos cantaron. Enseguida te hacen sentirte uno más. Es curioso, ellos son los que te integran. No tienen ningún tipo de prejuicios, ni entre ellos ni hacia el que llega y eso te hace tragarte los tuyos. El ambiente es genial, mucha alegría, mucho compañerísmo. Es impresionante ver la naturalidad con la que tratan el tema de la locura. Colifato es loco. Una de las promos dice "los locos de la colifata somos los únicos locos que tenemos antena, si ves otro con antena no es un loco, es un marciano." Conocí a Hugo, Ever, Fefo, Beat... todos los que salen en el anuncio de Aquarius, me contaron cómo fue la grabación y Hugo (el que en el anuncio dice lo de que el ser humano es extraordinario) me contó que le sorprendió mucho que la delegada de la empresa se pusiera a llorar de emoción. Algo tan frío como la publicidad, decía, y se emocionó con nosotros. En su programa, Hugo preparó una comida virtual, con quesos y foundie para los franceses, paella y cazuela de marisco para los españoles y hamburguesas y perritos para los americanos que había. También dijo que hay que estar vivo, no morirse es ganar la mitad de la batalla, él había decidido no morirse. Tenéis que visitar
http://lacolifata.openware.biz/index.cgi ahí podréis escuchar el programa en el que estuve.
Ahora os cuento lo del truc.
En una de las intervenciones, Alfredo, el psicólogo, habló de Dani, el que hace el programa de deportes que está enfermo. Comentó que está en su casa y que podían ayudarlo yendo a verlo porque con la enfermedad, una bronquitis, andaba medio depre. Hicieron grupos de dos o tres para ir a su casa. Algunos visitantes se apuntaron. Fefo, que estaba a mi lado, dijo que él iría y que si iban dos más podían jugar al Truco con Dani. Me sorprendió, le pregunté cómo se jugaba y me dijo que era complicado, se mentía mucho y se hacían señas. Imaginaos mi cara. Le pregunté si se jugaba con tres cartas y si la espada era la mayor. Ahora imaginaos la de él. Le encantó que supiera jugar y me apunté a la partida. El domingo fuimos a casa de Dani los tres, Fefo, Beat y yo. Hugo ya nos avisó que vivía en una habitación de cuatro metros por tres. Era un pasillo lúgubre y oscuro, negro, de 70 cm de ancho, muy largo lleno de puertas. Se nos apagó la luz y de repente comenzó a salir agua de un agujero de la pared. Beat, sin querer, al pasar había roto un grifo que no se por qué razón estaba ahí, en mitad del pasillo. La anécdota de la tarde. Su habitación era así, casi no cabíamos, en la tele estaban poniendo Los cuatro fantásticos doblada con acento argentino. Dani estaba sentado en la cama, con la cara un poco triste, también estaba su nieta, su hija y el yerno aunque se dedicaron primero a intentar arreglar lo del escape en el pasillo. Cuano comenzamos a hablar su cara se fue alegrando, me contó que era de Pontevedra y que había estado en España. Él también sale en la campaña de Aquarius, en los carteles. Fue una conversación muy agradable, me contaron que rodaron con Cóppola, que está aquí, que Dani le prestó su gorra. Le dije que quería tocarla y la sacó con mucho ciudado. Hablamos también de mi documental y me dieron información muy buena y lúcida. Beat, que de joven había militado me dijo: Menos mal que no soy una baldosa. Me permitió utilizarlo en el documental, todo un detalle. También hablamos de la locura. Pocas veces he oído a gente hacer unas reflexiones tan profundas como las suyas en torno a la locura. Dani no hacía más que preguntarse por qué estaba así, por qué le había pasado eso, él que no había hecho nada malo. También dijo que se sentía como si fuera en una "calesita" con un caballo que no deja de dar vueltas y que no ve la salida. Perfecta descripción de la depresión. Pero dijo que iba a salir, que sus amigos le estaban ayudando mucho. Al final no jugamos al truc, pero quedó pendiente la partida para cuando Dani vuelva a la Colifata.
Ever es encantador.
Me gustaría contaros más cosas sobre la colifata. La transmisión duró unas cinco horas en las que el ritmo no decayó nunca. Cuando ponían canciones todos bailábamos. Como éramos muchos sacamos todo fuera y continuó desde el patio la retransmisión hasta que el frío nos hizo volver a entrar.
Hacen un programa que se llama Visitas en el que entrevistan a los que se acercan cada sábado, que son muchos. Julio me preguntó por mi trabajo en la radio y mi estancia en Buenos Aires. Si escucháis la retransmisión no os perdáis el espacio "Cosmos", una radio novela escrita por un colifato que describe una sesión de psicoanálisis con Freud de el Hombre Lobo, Frankenstein y Drácula. También está muy bien el espacio de Beat y el de Plumita, la profesora.
Me resulta muy difícil transmitiros todo lo que vi y sentí, tenéis que venir a verlos.
Creo que Hugo tiene razón, el ser humano es extraordinario.