Sigo aquí

Bueno, ya estoy aquí de nuevo. ¿Qué pasa? ¿qué no ponen nada interesante por la tele? No, en serio, gracias a todos los que os habéis preocupado. Y muchas gracias a los que me felicitastéis por mi santo. Me ha hecho mucha ilusión, aquí se ve que no lo celebran, panda de ateos. A ver por donde empiezo...

El jueves estuve con Nico, por fin!!, el amigo de Javi. Volví a casa un poco pocha porque la semanita fue intensa de clases y discusiones sobre el proyecto de documental. Me fui a la sala de la tele a ver qué hacían, la tele aquí es un poco surrealista. El otro día vi 21 gramos doblada en argentino, Benicio del Toro hablando con acento argentino!! y Sean Penn. El caso es que después de repasar todos los informativos y programas que parecían de Jose Luis Moreno (no el espurnero, el otro) me quedé con Los Simpson argentinos, Homero y su familia. (Por cierto, el domingo pasado censuraron aquí un capítulo de los Simpsons porque se hacía alusión a la dictadura y a Perón.) Sonó el teléfono y era Nico, estaba en un pub de Palermo, muy cerca de mi escuela, con sus compañeros de trabajo. Nico trabaja en la misma empresa que Javi pero aquí. La verdad es que lo pasé muy bien, unas diez personas, de diferentes nacionalidades y muy buen ambiente. Cerveza, buena conversación y risas, me hacía falta.

El viernes me fui a Mar del Plata, mi amiga Lorena ha tenido a su bebé. Se llama Leandro Alejandro Nahuel, por lo tanto el nombre no cabe en la pulserita que le traje, pero bueno, que le ponga las iniciales. Dice que le pone todos esos nombre porque no quiere tener más y le gustan todos. Es una monada, pequeñito y parecido a Lorena.

Ella está muy bien, muy contenta y Enrique encantado de la vida. Él lo considera como una revancha que le ha dado la vida ya mayor. Ya he quedado con él, con Leandro, que se vendrá a Valencia de vacaciones cuando sea un poco más mayor. No, no me ha entrado el instinto maternal, Isidro me ha preguntado lo mismo, pero si el de tía. Lo tenía en brazos, jugaba y cuando lloraba se lo pasaba a Lorena, eso me gusta. Salí con Enrique a ver el Centro Valenciano, la municipalidad, la catedral... un montón de sitios preciosos de la ciudad. Mar del Plata es como de cuento, los edificios de arquitectura italiana, nórdica, española, árabe... se mezclan con nuevas construcciones de la época del boom turístico. En la plaza hay un enorme calendario hecho en el jardín donde pone el día con piedras y tierra de colores. Cada noche a las 12 lo cambian.

Hay enormes rascacielos junto a calles con edificios de dos plantas. Curioso y hermoso. También fuimos a la Feria de las Colectividades, una feria tipo la de las naciones, con representación de todas las culturas que hay en Mar del Plata. España estaba, bueno, Galicia aunque había un mantón de manila y callos y paella en la parte de la comida. Hay centros asturianos, gallegos, vascos y hasta un club español. Con todo el que hablas te cuenta que tiene a sus familiares allá, o a sus abuelos, ya que sus padres vinieros cuando la guerra civil, o a sus hijos, ya que se fueron cuando la crisis. Y muchos a los dos, sólo una generación quedó aquí entera. Le compré a Leandro una camiseta de Boca, sus tías le compraron la de River y el pobre tiene que poder elegir. Su padre es de Boca y la familia de Lorena de River con lo que el niño llega ya al mundo con el corazón dividido. Seguro que luego se hace del Barça. Enrique, que es un gran cocinero, hizo sorrentinos a la putanesca. Los sorrentinos es pasta rellena pero muy grande, como del tamaño de una lionesa. El domingo y por primera vez desde que estoy aquí, comí pescado (lo digo por quién lleva el control de mi dieta).

El camino de vuelta en bus es muy bonito, son 404 kilómetos de grandes extensiones verdes. un inmenso llano lleno de vacas, muy grandes, negras y peludas. Nada que ver con las vacas lecheras con sus manchitas blancas y negras (y menos con esa morada del chocolate). Pensé que alguna acabará en mi estómago. Cuando tenga un poco más de tiempo pondré más fotos.

Esta semana la empiezo más animada, comienza el rodaje del documental y estaremos más en la calle. Estos días hemos estado trabajando las motivaciones para el documental. Tengo que comprarme los zapatos de tacón para las clases de tango, con botas es un poco difícil.