viernes, 5 de diciembre de 2008

Me cae bien este tío


Todo empezó una trágica nochevieja. Encendí la luz de algo grande. Tras un concierto con más de veinte cantantes, un asesinato, una violación y un cambio de década, nos hicimos inseparables.
¿Casados? Lo hemos estado muchas veces, recuerdo que vivíamos en una casa toda reciclada. Fuimos abducidos por los extraterrestres y tuvimos hijos, muchos, aunque discutíamos por su educación. Recuerdo uno que quería ser bailarín, con mi oposición, claro. También trabajé a sus órdenes repartiendo juguetes el día de Navidad, él tenía más kilos y barba blanca, yo me llamaba Rita. Después, en un cementerio, nació una estrella de la televisión. Tras un affaire sin impotancia durante el cual siempre discutía con ella, volvió a mi. Llegaron las tardes de adivinanzas, pies de páginas, sectas y santorales. Volvimos a tener niños, muchos, y los llevamos a la feria, de muestras, pero a la feria. Más tarde llegó el divorcio, como en todas las parejas fue por culpa de terceras personas. Yo me quedé con los niños, él con las fiestas. Como buena pareja civilizada conservamos una bonita relación en la que él me coge el teléfono cuando lo llamo desesperada y yo me sigo preocupando por todas sus cosas. Ni estar separados por el planeta ha podido con esta relación. Llegó el momento en el que juntos ingresamos en el convento. Ahora me salva la vida llevándome a llorar por Chanquete, no por su muerte, por su memoria. A veces, en los momentos bajos, me pregunto: si hemos sobrevivido juntos al hundimiento del Titanic, ¿qué no seremos capaces de hacer?

2 comentarios:

Jose dijo...

ajajajajaja que grande!!!! De como resumir una vida en un parrafo... Que grande eres madre!

JAUME LÓPEZ I BRONCHUD dijo...

GRACIAS, POR TODO Y POR ESTO.

DE REPENTE UNA NOCHE, DE FIESTA EN SARRIÓN, EN MITAD DE LA NADA NECESITÉ ENVIARTE UN MENSAJE: TE DI LAS GRACIAS POR SER LA MITAD QUE NECESITABA EN MI VIDA PARA SEGUIR VIVIENDO CON UNA SONRISA EN LA CARA...

HOY HA SIDO CHANQUETE. OTRO DÍA FUISTE TÚ, CON EL CIGARRO A MITAD DEDOS, MARCÁNDOTE UN PAPELÓN DE YONKI QUE NI CANDELA PEÑA.

EL CASO ES QUE DÍA A DÍA NOS HEMOS REGALADO EL UNO AL OTRO UNA SONRISA CUANDO EL OTRO LA NECESITABA MÁS QUE NUNCA. Y HAY QUE SEGUIR. SONRIENDO. QUE NO TE FALTE NUNCA LA SONRISA PORQUE ES LO MÁS BONITO QUE TIENES.

¿MATRIMONIO? ¡CUÁNTOS EN ESTE PAÍS QUERRÍAN SER COMO NOSOTROS!

TE ADORO. NO DEJES NUNCA DE SONREÍR.