viernes, 19 de diciembre de 2008

Ciao Localia



Todos sabíamos que pasaría algún día. Por eso disfrutábamos de todo. El día llegó y nos pilló trabajando y riendo, como siempre. Es triste terminar una etapa, pero cuando la has disfrutado como lo he hecho yo en Localia, es más triste. Allí era como una visita semanal, como la amiga que va a verte al trabajo de vez en cuando, por eso todos mis recuerdos son positivos. Anoche fue la cena de despedida y cierre. Y transcurrió entre risas y lágrimas. Entre agradecimientos y palabras sinceras. Qué gran equipo. Echaré de menos muchas cosas, las bromas de Pablo, las risas con Jordi, el sentido del humor extraño de Ximo, poner rojo a Quique, la dulzura de Yago, el encanto de Rubén, la bondad de Ivana. Cuánto he aprendido de todos!. Recordaré siempre a Manolo y Sara, las aventuras juntos, y las risas. Las burradas con Mery y los conciertos, los cigarritos en la puerta con Paola, la serenidad de Cesar, la sonrisa de Javi, los consejos estéticos de Eva. No podré olvidar cómo me seguían en mis locuras sin decir a nada que no, la implicación de Nuria, madre de todos antes de serlo de Paula. Y Rafa, qué gran jefe, no hay mejor cualidad para llevar las riendas que haber sido compañero y él lo ha sido siempre. Estoy convencida de que todos encontrarán su sitio, se lo merecen, ojalá la vida nos vuelva a juntar, como con Carlos que espero que con esto cierre más etapas. Les voy a echar mucho de menos a todos… Y a Maite, bueno, a Maite no, a ella me la llevo.

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