jueves, 25 de febrero de 2010

EXPLICACIÓN

PRINCIPIOS
Esté en el colectivo que esté me importa más el bien común. Ninguna de mis acciones puede hacer daño al resto. No puedo consentir que nadie haga daño a los demás en general y a los que tengo cerca en particular. El hecho de tener ese premio hace daño a mi comisión, a los que me abrieron las puertas, creyeron en lo que les propuse aún sin entenderlo, me aguantaron sin rechistar, hicieron suyo el texto y lo pusieron sobre el escenario. Prefiero celebrar con ellos el cuarto que celebrar sola un primero. Las personas para mi, ahora y siempre, estarán por encima de todo.
COHERENCIA
No puedo respetar en parte el veredicto de un jurado. No puedo alzar la voz con un premio bajo el brazo. No puedo tirar el premio en la Plaza del Ayuntamiento, ni insultar al jurado, ni montar una bronca, ni presionar para que me compensen. Tampoco puedo arremeter contra el resto de fallas que han conseguido sus premios merecidísimos, ni faltar al respeto a los demás participantes renunciando al cuarto premio. Lo único que puedo hacer es renunciar al primero, el que no afecta a nadie, sólo a mí.
JUSTICIA
He oído miles de quejas hacia los jurados, fundadas y sin fundamento. Protestas ante injusticias. He oído miles de veces que la prensa no hace nada y me he sentido impotente al no poder ayudar a los que sabía que tenían razón. He repetido miles de veces que sin pruebas no puedo denunciar nada pero que tienen derecho a protestar. He oído miles de veces que nadie hace nada. Que las fallas son así, que todo el mundo lo hace y por tanto está permitido. Lo siento, yo no soy así y me niego a creer que algo que es una fiesta, un lugar en el que refugiarse del día a día, algo ilusionante, algo compartido, sea así. El día en que me de cuenta de que es así me iré, y por ahora espero que nadie me quite la venda.
OBJETIVO
Si con esto consigo que una sóla personas de las cientos que todos los años hacen de jurado reflexione, sepa la responsabilidad que tiene y rechace perder su integridad, con eso tengo más que sufiente.

domingo, 23 de agosto de 2009

ELLOS (con mayúsculas)

Hace mucho que no escribo, cuando me preguntan siempre respondo que es porque no tengo nada que escribir. Sin embargo no me abandonan las ganas de sentarme y dejar volar las manos y la cabeza. Me da mucho apuro hablar de mi, sin embargo nada hablar de los demás, o para los demás.

Pero hoy me ha dado por pensar, por plantearme cosas. El detonante han sido dos cumpleaños, dos personas a las que adoro y que representan esa doble vertiente constante en mi vida de géminis. Dos personas muy distintas, casi opuestas, con alguna pincelada en común, pero tan parecidas a mi y tan imprescindibles en mi vida que resulta deliciosamente paradójico.


Uno es el Beat, el pedazo de Buenos Aires que se vino conmigo y me hace seguir unida a esa gran ciudad. Esa esencia de la Colifata en la que encontré ese sentido perdido, la razón de la sinrazón y la alegría de la melancolía. Es la sensibilidad pura. La parte que completa tantas cosas incompletas. Nunca habla de su realidad, prefiere hablar de la que ya pasó o de la que podría haber pasado. Y descubres que esa realidad también forma parte de ti, la que te hubiera gustado vivir, la que creas para aprender de ella. Con él huyo a las estrellas, a la nieve, a jugar en el parque, a tirar piedras, a correr en busca de la hora azul. Hemos viajado a la infancia, hemos volado sobre los tejados, hemos encontrado tesoros en un barco pirata… y hemos tomado café en el Havanna. A través de él, junto a él, he estado en mil conciertos, he comprendido cientos de canciones, he confirmado la creencia de que las personas son lo más importante de la vida.

El otro es mi Jaime, mi 50%. El que siempre está cuando miro hacia atrás y el que siempre imagino cuando miro hacia adelante. Pero siempre, siempre, está cuando miro al lado y eso es lo más importante. Es el resorte perfecto en el día a día. El que estabiliza y al que estabilizo los valores. Sabe en todo momento devolverme a los niveles de seguridad y por él siento que tengo algo que hacer, calmarlo, pincharlo, animarlo, desquiciarlo, levantarlo, bajarlo… igual que él hace conmigo y siempre en el momento oportuno. Es la realidad, la vida, una de las razones por las que vale la pena levantarse. Aunque sólo sea por no defraudarlo, porque sepa que sigo estando aquí.

El Beat es la imaginación más real que nunca he visto y Jaime la realidad más imaginativa. Jaime y El Beat, la explosión y la reflexión. Por eso valoro tanto cuando cambian los papeles, cuando Jaime reflexiona y El Beat estalla. Cuando Jaime me hace pensar y El Beat me hace sonreír. Ambos tienen en común algo muy importante, nunca me dejan caer. El Beat con sus mágicos mensajes en los que me habla de los motivos de la vida, me da razones para seguir, me riñe, me abre los ojos y cuando están bien abiertos vuelve a poner delante ese mundo maravilloso que nos gustaría conseguir. Jaime me zarandea, me escupe a la cara las verdades que hacen que reaccione y vuelva a ser yo. En realidad se complementan al complementarme. Sin alguno de los dos la balanza se inclinaría demasiado. Dicen que la vida hace extraños compañeros de viaje, Jaime y El Beat lo son. Entre ellos. Sin embargo con la pequeña pieza que los une no concibes el uno sin el otro en el mundo.

Por eso los dos tienen algo en común: mi amor incondicional y mi agradecimiento eterno.

Feliz cumpleaños!

Havanna, Buenos AiresJaime, Ibiza

martes, 7 de julio de 2009

El secreto


Una amistad forjada a fuerza de uniformes, misas de martes, canciones, comida de rancho, festivales, controles, libros, risas y llantos. Estar con ellas era como retroceder en el tiempo e intentar imaginar entonces cómo iban a convertirse en las mujeres que son hoy en día. Cuando no había tiempo, cuando los problemas eran de matemáticas. Cuando de mañana importaba sólo tener los deberes hechos. Miro la foto y sonrío, hay un hilo invisible que nos une, que delata que venimos del mismo sitio, un cuño, como diría Marta, que nos distingue y nos iguala. A Mónica, no sé por qué, la recordaba bailando, con su melena, sus bucles. Junto a ella, Chelo, las dos, las más listas de la clase. Chelo siempre delante de mi en la fila. Isabel, mi María Isa, que conserva esa deliciosa locura infantil. Amparito, con su dulzura inmune al paso de los años. María, siempre más seria y reservada que de vez en cuando destapa su lado divertido. Lourdes a la que me unen cientos de recuerdos, y miles de risas. Marta y Elena, "mis más mejores amigas" del cole. Y todas, todas, con pasados comunes, juntas en buenos y malos momentos, que también los ha habido, y muchos. Cada una con su presente particular, con su convencimiento de estar por fin en el lugar, no sabemos si adecuado, pero sí en el que queremos estar. Con la seguridad de que podemos volver la cabeza hacia atrás para respirar y coger impulso, siempre habrá una imagen como esta en la que apoyarnos. Un pasado feliz que nos hizo como somos.
Ahí estamos, juntas, fuertes, sonriendo y plantándole cara a la vida.
Ese es el secreto.

domingo, 17 de mayo de 2009

Gracias



"Quién hubiera dicho
que estos poemas de otros
iban a ser míos"

Quién hubiera dicho que todos sus poemas iban a ser míos. Él siempre estaba ahí, junto a mí planeando la estrategia y llevando a cabo la táctica, junto a mi mientras veíamos pasar la estrella fugaz, conmigo abriendo la coraza de mi corazón, paseando a la izquierda del roble, contándome su vida, su exilio, hablándome de los árboles solidarios. Pero hoy no puedo defender la alegría. Todas las parcelas de mi vida tienen algo suyo. Me enseñó que son macanas que los hombres no lloran, que puedes ir con alguien codo a codo, que el sur existe, el lenguaje de las caricias y que aún quedan cosas que valen la pena. No sabes como necesito tus poemas....

No sabes como necesito tu voz;
necesito tus miradas
aquellas palabras que siempre me llenaban,
necesito tu paz interior;
necesito la luz de tus labios
!!! Ya no puedo... seguir así !!!
...Ya... No puedo
mi mente no quiere pensar
no puede pensar nada más que en ti.
Necesito la flor de tus manos
aquella paciencia de todos tus actos
con aquella justicia que me inspiras
para lo que siempre fue mi espina
mi fuente de vida se ha secado
con la fuerza del olvido...
me estoy quemando;
aquello que necesito ya lo he encontrado
pero aun !!!Te sigo extrañando!!!

Gracias por obligarme a amar la poesía...

martes, 7 de abril de 2009

Mi pequeña caraculo



Mi hermanita se va. Viaja a Argentina sin billete de vuelta. Intento contarle un montón de cosas; cómo funciona la ciudad, el Subte, la comida, los precios, los espectáculos… pero siento que no es posible, ella lo va a vivir de otra manera. Me encantaría pasear con ella por la calle Corrientes, tomar una cerveza en aquel pequeño bar de San Telmo, estar con ella en la Plaza de Mayo, ir juntas a una charla con las madres, compartir un panqueque, ir a la bombonera, reírnos juntas bailando tango en la Catedral, tomar mate charlando con amigos. Quiero presentarle a mi sobrino Leandro, enseñarle la playa de Alfonsina, ir con ella y con Lorena al Bosque energético… Quiero que sienta como yo la magia de esa gran ciudad, ir al teatro, a conciertos, tengo tantos recuerdos buenos que no se qué hacer con ellos, desde que volví no he vuelto a tener esa energía. Ahora es ella la que va rumbo a vivir esa experiencia.

De todas las vivencias que tuve le he destacado una, Radio la Colifata. Estará allí este sábado, quisiera ir con ella a sentarme en los jardines del Borda, a respirar ese ambiente en el centro del mundo, vivir con ella esa magia y comprender a su lado que hay otro mundo posible. Ellos la están esperando, quisiera encontrar con ella allí ese pequeño refugio y ese cariño sincero.

Pero no puede ser, se va sola. Vivirá sola esas experiencias y, probablemente, verá y sentirá otras. Cada uno tiene su realidad y ella construirá la suya. Me quedaré echándola de menos, extrañando su alegría, su arrolladora energía. Es mi hermana pequeña, aunque vuele sola, y siempre lo será. Mi pequeña caraculo.

miércoles, 25 de febrero de 2009

La sorpresa de la sorpresentació

Si esto fueran los Óscar o los Goya creo que mi discurso sería más o menos así.


Gracias al que confió en mí. Gracias a quienes me han felicitado, gracias a los que se han alegrado, me siento orgullosa de hacer feliz a la gente a la que quiero y me quiere. Gracias al que nunca perdió la confianza, a los que tuvieron fe ciega. A los que no se dejaron llevar por el desánimo. Gracias a los que no dudaron en venir a ver la representación sólo por apoyarnos y estar con nosotros, sin saber lo que iban a encontrarse. Gracias a los que abrieron las puertas. Gracias a los que siempre estuvieron ahí. A los que no me dejaron bajar los brazos. Gracias a los que se dejaron contagiar la ilusión. A los que han llamado o han mandado mensajes sinceros. Gracias a los que rieron, también a los que lloraron. Gracias al día en el que se nos ocurrió meternos en este proyecto que sólo ha dado cosas buenas. Gracias por permitirme disfrutar tanto en un momento en el que hay tan pocas ocasiones de hacerlo. Gracias a todos los que se implicaron hasta el final. Y también me acordaría de mi pueblo, como Pe. Gracias Russafa.

Hice trampas. Lo confieso. Llevaba conmigo varios talismanes con los que sabía que nada podía salir mal. Uno era este, una nota manuscrita llegada desde el otro lado del océano.


El otro venía conmigo.

Y el otro lo tenía alrededor.

Gracias

Lo hicieron porque no sabían que era imposible.

domingo, 8 de febrero de 2009

Hoy quiero II


Es la mejor forma de escapar, la más bella, soñar. Hoy Beat, mi amigo de la Colifata, escribe sobre los sueños. Bellísimo, como siempre y me lo dedica, él, que nunca me deja bajar los brazos. Así que hoy quiero dedicarle los míos. Porque una vez más hoy quiero…

Hoy quiero que me alegres el día, calcular juntos cuanto cabe en el cargador de una 44 magnum, que hay mucho hijo de puta y muy pocas balas. Quiero que todo te importe un rábano para que podamos ir con nuestra rara pandilla muy lejos, a buscar un anillo. Hoy quiero que me despiertes con un buenos días princesa, dejaré que me abofetees si me dejas antes quitarme los guantes, luego te sorprenderá conocer un juzgado por dentro. Hoy quiero llamarte serio y estirado por no quitarte los zapatos, que me llames como al perro que tenía cuando era pequeña, subiremos juntos al Empire State y no llegaré tarde, Rita Hayworth nos ayudará a escapar, siempre lo hace. Elegiremos juntos la pastilla del color correcto para ir al infinito… y más allá. Será un gran día que se repetirá una y otra vez aunque me quede encerrada en un ascensor con un neurótico y se vaya la luz. Sabremos que la libertad ha acabado si escuchamos un estruendoso aplauso pero bailaremos juntos en la cola del paro. Seré virgen, pero sólo conceptualmente, porque haré cosa no se debe con un conductor de ganado cachas. Podremos hablar con un ordenador loco y le diremos ¡Dios mío! está lleno de estrellas, leeremos un libro que no tendrá fin pero sin chuparnos los dedos para pasar las páginas. Quiero presentar a mi vecino marica y a la camarera y viajar con ellos, jugaremos a hacer casitas de yonquis en el solar, también podemos correr por la playa mientras cruzan unos carros en llamas, y no hará falta que me enseñes la pasta, te presentaré a un amigo que es satánico… y de Carabanchel. Veremos naves de ataque en llamas más allá de Orion y correremos juntos por la Gran Vía completamente vacía. Desayunaremos bien porque tal vez cenemos en el infierno, bueno, lo que nosotros llamamos infierno él lo llama hogar. Después de comer, cuando estemos a punto de reventar el camarero nos ofrecerá un caramelo. Las alucinaciones seguirán ahí, pero no te preocupes, las ignoraremos. Hoy quiero que vengas en tu caballo blanco a rescatarme, quiero que hagamos juntos una vasija de barro, que me cantes “Love me tender” subido en tu coche. Te contestaré que lo sé cuando digas que me quieres y podremos, por fin podremos, subir juntos las escaleras del Museo de Arte.