PRINCIPIOS
Esté en el colectivo que esté me importa más el bien común. Ninguna de mis acciones puede hacer daño al resto. No puedo consentir que nadie haga daño a los demás en general y a los que tengo cerca en particular. El hecho de tener ese premio hace daño a mi comisión, a los que me abrieron las puertas, creyeron en lo que les propuse aún sin entenderlo, me aguantaron sin rechistar, hicieron suyo el texto y lo pusieron sobre el escenario. Prefiero celebrar con ellos el cuarto que celebrar sola un primero. Las personas para mi, ahora y siempre, estarán por encima de todo.
COHERENCIA
No puedo respetar en parte el veredicto de un jurado. No puedo alzar la voz con un premio bajo el brazo. No puedo tirar el premio en la Plaza del Ayuntamiento, ni insultar al jurado, ni montar una bronca, ni presionar para que me compensen. Tampoco puedo arremeter contra el resto de fallas que han conseguido sus premios merecidísimos, ni faltar al respeto a los demás participantes renunciando al cuarto premio. Lo único que puedo hacer es renunciar al primero, el que no afecta a nadie, sólo a mí.
JUSTICIA
He oído miles de quejas hacia los jurados, fundadas y sin fundamento. Protestas ante injusticias. He oído miles de veces que la prensa no hace nada y me he sentido impotente al no poder ayudar a los que sabía que tenían razón. He repetido miles de veces que sin pruebas no puedo denunciar nada pero que tienen derecho a protestar. He oído miles de veces que nadie hace nada. Que las fallas son así, que todo el mundo lo hace y por tanto está permitido. Lo siento, yo no soy así y me niego a creer que algo que es una fiesta, un lugar en el que refugiarse del día a día, algo ilusionante, algo compartido, sea así. El día en que me de cuenta de que es así me iré, y por ahora espero que nadie me quite la venda.
OBJETIVO
Si con esto consigo que una sóla personas de las cientos que todos los años hacen de jurado reflexione, sepa la responsabilidad que tiene y rechace perder su integridad, con eso tengo más que sufiente.
Esté en el colectivo que esté me importa más el bien común. Ninguna de mis acciones puede hacer daño al resto. No puedo consentir que nadie haga daño a los demás en general y a los que tengo cerca en particular. El hecho de tener ese premio hace daño a mi comisión, a los que me abrieron las puertas, creyeron en lo que les propuse aún sin entenderlo, me aguantaron sin rechistar, hicieron suyo el texto y lo pusieron sobre el escenario. Prefiero celebrar con ellos el cuarto que celebrar sola un primero. Las personas para mi, ahora y siempre, estarán por encima de todo.
COHERENCIA
No puedo respetar en parte el veredicto de un jurado. No puedo alzar la voz con un premio bajo el brazo. No puedo tirar el premio en la Plaza del Ayuntamiento, ni insultar al jurado, ni montar una bronca, ni presionar para que me compensen. Tampoco puedo arremeter contra el resto de fallas que han conseguido sus premios merecidísimos, ni faltar al respeto a los demás participantes renunciando al cuarto premio. Lo único que puedo hacer es renunciar al primero, el que no afecta a nadie, sólo a mí.
JUSTICIA
He oído miles de quejas hacia los jurados, fundadas y sin fundamento. Protestas ante injusticias. He oído miles de veces que la prensa no hace nada y me he sentido impotente al no poder ayudar a los que sabía que tenían razón. He repetido miles de veces que sin pruebas no puedo denunciar nada pero que tienen derecho a protestar. He oído miles de veces que nadie hace nada. Que las fallas son así, que todo el mundo lo hace y por tanto está permitido. Lo siento, yo no soy así y me niego a creer que algo que es una fiesta, un lugar en el que refugiarse del día a día, algo ilusionante, algo compartido, sea así. El día en que me de cuenta de que es así me iré, y por ahora espero que nadie me quite la venda.
OBJETIVO
Si con esto consigo que una sóla personas de las cientos que todos los años hacen de jurado reflexione, sepa la responsabilidad que tiene y rechace perder su integridad, con eso tengo más que sufiente.